Probablemente el acontecimiento más importante del año, no solo en materia deportiva, sino en lo simbólico, es la celebración de los Juegos Olímpicos de Beijing 2008.
Estas segundas Olimpiadas celebradas por un país asiático, después de Seúl 1988, son las Olimpiadas más polémicas desde el boicot Estadounidense a Moscú '80.
Aunque los movimientos pro-boicot nacieron en cuanto se conoció la elección de Beijing en la sesión del C.O.I. del 13 de Julio de 2001 en Moscú, la renuncia del director de cine Steven Spielberg a su puesto como asesor artístico de los Juegos, en protesta por la política del gobierno Chino en la crisis de Darfur, ha avivado estos movimientos a seis meses de la ceremonia de inauguración el 8 de Agosto.
Desde luego los datos son concluyentes, y el Informe de Amnistia Internacional 2007, es la confirmación de lo que año tras año denuncia ésta y otras asociaciones: el poco respeto a los derechos humanos que tiene el régimen Chino. Si a esto añadimos: la política exterior de China en África, la urbanización agresiva y la represión en la región de Tibet, y el escaso respeto al medio ambiente y a los derechos laborales e individuales que tiene el gobierno Chino, parece más que adecuada una exigencia común de sus socios comerciales, para que se produzca un cambio de rumbo en el desarrollo industrial del país, y en su respeto a los derechos humanos.
Desde algunos sectores, se cree que la Olimpiada es un acontecimiento que puede generar una situación adecuada para que la población China reciba estímulos exteriores que propicien cambios internos; Pero si los países participantes ignoran la realidad China y participan sin denunciar las injusticias existentes, éste puede ser el espaldarazo internacional definitivo al Régimen Chino, que verá justificadas sus acciones con el silencio internacional.
Estas segundas Olimpiadas celebradas por un país asiático, después de Seúl 1988, son las Olimpiadas más polémicas desde el boicot Estadounidense a Moscú '80.
Aunque los movimientos pro-boicot nacieron en cuanto se conoció la elección de Beijing en la sesión del C.O.I. del 13 de Julio de 2001 en Moscú, la renuncia del director de cine Steven Spielberg a su puesto como asesor artístico de los Juegos, en protesta por la política del gobierno Chino en la crisis de Darfur, ha avivado estos movimientos a seis meses de la ceremonia de inauguración el 8 de Agosto.
Desde luego los datos son concluyentes, y el Informe de Amnistia Internacional 2007, es la confirmación de lo que año tras año denuncia ésta y otras asociaciones: el poco respeto a los derechos humanos que tiene el régimen Chino. Si a esto añadimos: la política exterior de China en África, la urbanización agresiva y la represión en la región de Tibet, y el escaso respeto al medio ambiente y a los derechos laborales e individuales que tiene el gobierno Chino, parece más que adecuada una exigencia común de sus socios comerciales, para que se produzca un cambio de rumbo en el desarrollo industrial del país, y en su respeto a los derechos humanos.
Desde algunos sectores, se cree que la Olimpiada es un acontecimiento que puede generar una situación adecuada para que la población China reciba estímulos exteriores que propicien cambios internos; Pero si los países participantes ignoran la realidad China y participan sin denunciar las injusticias existentes, éste puede ser el espaldarazo internacional definitivo al Régimen Chino, que verá justificadas sus acciones con el silencio internacional.
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